Tuesday, July 19, 2011

Visita desde tierras extranjeras.

Hace más de un año que cerré este blog.
Lo reabro como quien corre la placa de mármol de una tumba.
Vuelvo para hablarle a ese espectro que todavía me ronda. No es un fantasma, sino la nube pesada de las palabras que no dije.
Aprendí a amar la simple realidad, y que el amor se despliega de a poco, a la medida de dos que se mueven. Y no por deslumbramiento ni negación ritualizada de quien soy. O de quien se suponía que es el otro.
Agradezco a la vida el camino que me abre los ojos a nuevas dimensiones de ser y de estar en el mundo (los sutiles y variopintos tonos del afecto) y honro lo que siento.
Yo ahora soy una perra marcada.
Una mujer sola más fuerte que las rocas.
Una emperatriz festiva que participa de siembras y cosechas, tal como escribí en visiones antes de conocerte.
Por eso corto con estas palabras mis reglas del buen decir alusivo y de coté.
Y me saco de encima el último de los pedazos de mierda que me dejaste.